Por Rafael Calcines *

Santiago de Chile, (Prensa Latina) El secretario de Estado norteamericano Mike Pompeo se desenvolvió como un elefante en una cristalería en su reciente visita a Chile, a juzgar por el escozor causado por sus controvertidas declaraciones injerencistas en asuntos de su socio sudamericano. 

En sus entrevistas con el presidente Sebastián Piñera primero, y luego con el canciller Roberto Ampuero el 12 de abril, el halcón estadounidense abordó lógicamente el tema de Venezuela y la obsesión de Washington por derrocar al gobierno de Nicolás Maduro.

Si bien la Presidencia aclaró que Piñera le expresó que la vía para solucionar los problemas del país bolivariano ‘debe ser siempre democrática y pacífica, descartando una intervención de tipo militar para lograrlo’, llamó la atención que la visita ocurre a las puertas de celebrarse en Santiago una reunión de cancilleres del Grupo de Lima que, como se sabe, está muy atento a lo que se dice y hace en Washington sobre el asunto.

Pero en el panorama local lo que más suspicacias levantó fue la forma desembozada con que Pompeo abordó las relaciones de su país con China y también las de Chile con el gigante asiático.

Más aun cuando a finales de mes Piñera viajará a Beijing en visita oficial con el objetivo expreso de reforzar aún más los vínculos con su principal socio comercial.

Entre otras expresiones, Pompeo dijo que ‘China tiene actividades comerciales que están conectadas con un objetivo de robar propiedad intelectual, desarrollos tecnológicos y nosotros hablamos (con Piñera) de cómo compartir información para ver cómo nosotros podemos proteger a nuestros ciudadanos y también evitar cuando China está trabajando en forma malévola’.

Aseguró que cuando China ‘hace negocios en lugares como América Latina, a menudo inyecta capital corrosivo en el torrente sanguíneo económico, dando vida a la corrupción y erosionando la buena gobernanza’.

En declaraciones a CNN Chile cuestionó la posible visita de Piñera a la empresa Huawei, al señalar que ‘es presidente de una nación soberana, él decide a quiénes ve, dónde viaja’, pero añadió que ese gigante de las comunicaciones ‘está controlado por el gobierno de China’ y por eso presentaría ‘riesgos’. Y fue más allá al advertir que ‘si ustedes usan sistemas no confiables dentro de su red, forzará a los Estados Unidos a tomar decisiones sobre dónde ponemos nuestra información también’.

Por último, en un encuentro con la élite empresarial y política en un centro de convenciones en Santiago, puso el puntillazo al señalar que ‘sabemos que China y Rusia vendrán a tocar su puerta. Pero una vez que entran a la casa, ponen trampas, ignoran las reglas y propagan el desorden’.

Y sentenció que ‘cuando las dificultades se provoquen, sepan que Estados Unidos estará detrás de Sudamérica’.

Tales expresiones revolvieron el ambiente político, no ya en la izquierda, que había rechazado con antelación la visita, tal como expresó el presidente del Partido Comunista, Guillermo Teillier, quien aseguró que ‘Pompeo no es bienvenido en Chile’, sino en sectores más ‘moderados’.

Así, el excanciller y presidente del Partido por la Democracia, Heraldo Muñoz, declaró que la visita tuvo un interés muy claro de ‘persuadir’ a Chile de no tener relaciones tan estrechas con China en momentos en que Estados Unidos está en un conflicto comercial con esa nación.

Sobre el tono de las palabras de Pompeo, dijo que nada le sorprende de la administración Trump, pero ‘tenemos que ser bien claros, pues los intereses de Chile deben estar por encima de lo que digan el señor Pompeo y el señor Trump’, y añadió que es necesario no ceder y dejar clara cuál es la posición del país. Por su parte, el senador Ricardo Lagos Weber lamentó que Pompeo haya querido involucrar a Chile en los problemas que tiene Trump con China.

En tanto, el socialista y presidente de la Comisión de Relaciones Exteriores de la Cámara de Diputados, Jaime Naranjo, insistió en que la Casa Blanca quiere fijar el rumbo de la política exterior de los países sudamericanos.

Sin dudas Pompeo puso a La Moneda en tres y dos, pues China es hoy el principal socio comercial de Chile al absorber el 32 por ciento de las exportaciones del país austral y con un volumen de intercambio que en 2018 sobrepasó los 41 mil millones de dólares.

Pero Estados Unidos sigue siendo el principal inversionista extranjero en los sectores económicos más importantes, aun cuando el flujo de capitales desde ese país se redujo en los últimos años.

El gobierno tendrá entonces que decidir si le sigue los pasos a Washington, como ha hecho en otros asuntos, o se planta para defender lo que realmente interesa al país.

*Corresponsal de Prensa Latina en Chile. – Foto: https://prensa.presidencia.cl

————
Carta del Embajador de China en Chile:

El señor Pompeo está totalmente equivocado

El señor Mike Pompeo, secretario de Estado de EE.UU., visitó Chile, pero habló vigorosamente cosas sobre China. Creo que él subestima la sabiduría del pueblo chileno.

Chile es el país anfitrión del APEC de este año y, al mismo tiempo, el país anfitrión de la Conferencia Mundial sobre el Cambio Climático (COP25). Pompeo debió centrar su visita en cómo Estados Unidos tiene previsto contribuir al desarrollo económico de la región de Asia y el Pacífico; cómo puede contribuir al proceso de integración regional; cómo puede contribuir a promover la revitalización de la economía mundial, y cómo puede contribuir a abordar los desafíos globales por el cambio climático. Sin embargo, no estaba preocupado para nada por estos temas, sino que se centró en atacar a otros países.

El señor Pompeo dijo que la inversión de China en América Latina ha hundido a los países latinoamericanos en una trampa de deudas, lo cual es una acusación absurda. EE.UU. rechaza hacer contribuciones concretas al desarrollo económico de los países latinoamericanos, pero acusa a China de sus cooperaciones económicas y comerciales con América Latina y de la inversión china en la región. Obviamente, el señor Pompeo es hipócrita. El año pasado, China invirtió más de US$ 6 mil millones en Chile, convirtiéndolo en la mayor fuente de capital extranjero del país. El año pasado, el comercio entre China y Chile sobrepasó los US$ 42,8 mil millones, mucho más que los US$ 24 mil millones entre Estados Unidos y Chile. La cooperación económica y comercial entre China y Chile ha aportado beneficios tangibles al desarrollo de la economía chilena.

Huawei es una compañía privada independiente, cuyos empleados son dueños de todas las acciones de la empresa. El 18 de febrero de este año, el Financial Times del Reino Unido publicó un artículo aclarando que el Centro Nacional de Seguridad Cibernética del Reino Unido cree que la construcción 5G de Huawei no plantea una amenaza para la seguridad. La conclusión del gobierno británico dejó totalmente avergonzado a los Estados Unidos. Las acusaciones de los Estados Unidos contra Huawei no son más que un intento de sofocar el funcionamiento legítimo de las empresas de alta tecnología de China bajo el pretexto de seguridad. De hecho, Estados Unidos está «prendiendo fuego para robar». El fundador de WikiLeaks, Julian Assange, fue arrestado hace poco, y Edward Snowden, quien filtró el programa PRISM, aún es perseguido por el gobierno estadounidense. Es de común conocimiento que Estados Unidos utiliza empresas de alta tecnología para espiar a otros países, amenazando la seguridad nacional de otros.

Antes de venir a Chile trabajé como embajador de China ante la ASEAN. He experimentado personalmente cómo los Estados Unidos han provocado las relaciones de China con Filipinas, Malasia, Vietnam y otros países vecinos, intentando agitar el agua en el Mar del Sur de China para que pueda «pescar» él mismo. Sin embargo, experimentó una gran decepción porque los líderes de países como Filipinas no están bailando con el ritmo de los Estados Unidos, sino que están firmemente comprometidos con el desarrollo de las relaciones con China. Ellos están muy conscientes de que Estados Unidos lo está haciendo por interés propio, no por la paz ni el desarrollo regional.

En la actualidad, el esquema mundial está experimentando profundos cambios, y el equilibrio internacional de poder ha cambiado significativamente. Aunque el cuerpo de Pompeo ha entrado en el siglo XXI, su cabeza todavía permanece en el siglo XX, que está llena de hegemonía y en la lógica de Guerra Fría. Debe tener la sobria conciencia de que las relaciones entre los países solo pueden sostenerse sobre la base del respeto mutuo, la cooperación y la ganancia compartida.

Xu BU
Embajador de China en Chile

Por Editor

Deja una respuesta