Pablo Ruiz*

Este miércoles 17 de agosto, la Pontificia Universidad Católica de Chile realizará una videoconferencia con el Presidente de Ucrania Volodímir Zelenski.

En una publicación de esta casa de estudios titulada “Algunas claves para entender la guerra entre Rusia y Ucrania” explican de manera sesgada los acontecimientos y omiten, por ejemplo, que los acontecimientos en Ucrania comenzaron el 2014 con el golpe de Estado, instigado por EEUU, contra el Presidente Víktor Yanukóvich.

Las que se conocen como las revoluciones de colores, cambio de régimen, recientemente reconocidas por el ex asesor de Seguridad de la Casa Blanca, John Bolton, en Ucrania se vio a la misma secretaria de Estado adjunta de los Estados Unidos, Victoria Nuland, apoyando las acciones golpistas que tuvieron como consecuencia el cambio del gobierno ucraniano.

Lo que vino después, ha sido una guerra interna donde se ha perseguido a la población de lengua rusa, principalmente en Donetsk y Lugansk. Lo más grave, es el resurgimiento de grupos neonazis dentro del aparato del Estado ucraniano. Hasta la misma CNN y DW lo han reportado pero al parecer esto no lo conocen los académicos o periodistas de la UC.

¿Preguntaran los profesores católicos a Zelenski por qué permite militares nazis entre sus tropas? ¿Por qué se persigue a los rusos hablantes?

Desde el 2014, el conflicto en Ucrania ha cobrado la vida de más de 14 mil personas que han muerto en los enfrentamientos. Si bien, el 2014 y 2015, se firmaron  los Acuerdos de Minsk, bajo los auspicios de la Organización para la Seguridad y Cooperación en Europa (OSCE), los batallones neonazis han seguido atacando a Donetsk y Lugansk a pesar del compromiso firmado ante la OSCE de que estas dos regiones tendrían una mayor autonomía y se pondría fin al conflicto interno.

A todo lo anterior, la intención de Ucrania de entrar a la OTAN e incluso de tener armas nucleares terminaron llevando a esta guerra entre Rusia y Ucrania y que lamentamos ya que estas dos naciones han tenido fuertes vínculos históricos.

Todo lo anterior no justifica la guerra, pero hay que explicarla y entender sus orígenes, sus diversos enfoques, problemáticas, con honestidad, con la verdad, sin endiosar la guerra ni levantar héroes como se intenta hacer con la figura de Zelenski que ha pronunciado y pedido mil veces más armas que en vez de pedir y trabajar por la paz.

Diversos organismos internacionales han denunciado, en estos meses, las consecuencias nefastas, principalmente para la población civil, que está guerra esta teniendo. No está demás decir, una vez más, que ambas partes deben respetar el Derecho Internacional Humanitario; tanto Rusia como la misma Ucrania.

Recientemente, Amnistía Internacional ha señalado que “Las fuerzas ucranianas ponen a la población civil en situaciones de riesgo al establecer bases y operar sistemas de armas en zonas habitadas por civiles, incluso en escuelas y hospitales, para repeler la invasión rusa que comenzó en febrero”.

¿Los católicos debemos ponernos al lado de un bando de la guerra o nos ponernos a favor de la paz y la solución pacifica de los conflictos?

La videoconferencia con el Presidente de Ucrania Volodímir Zelenski es una oportunidad para abogar por la paz, contra la guerra, y pedir el respeto del Derecho Internacional Humanitario.

*Pablo Ruiz es parte del Observatorio por el Cierre de la Escuela de las Américas en Chile

Por Editor

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