Estados Unidos decidió excluir a Cuba, Venezuela y Nicaragua de la IX Cumbre de las Américas, prevista para los días del 6 al 10 de junio próximo en la ciudad de Los Ángeles bajo el lema “Construyendo un futuro sustentable, resiliente y equitativo”.

Según el anuncio del Departamento de Estado norteamericano, el objetivo del evento sería promover el combate a la pandemia de COVID-19 y la recuperación “verde” de las economías, un manejo “integral” del fenómeno migratorio y la búsqueda de “un consenso hemisférico” respecto a los desafíos de la democracia como forma de gobierno en la región.

Siguiendo la narrativa de Washington, parecería que Cuba, Venezuela y Nicargua no tendrían entonces nada que opinar sobre salud, economía, migraciones y democracia, aun cuando son tópicos medulares para todos los países del hemisferio.

Quizás lo que realmente sucede es que a Washington no le interesa escuchar lo que esos tres países digan al respecto, sencillamente porque sabe que el discurso de los llamados “Gobiernos molestos” no seguirá el guion diseñado por la actual Administración estadounidense para la región.

El canciller Bruno Rodríguez Parrilla ya había denunciado la exclusión de La Habana por Washington de los preparativos del foro y la presión ejercida sobre Gobiernos vecinos que se oponen a esa postura.

El jefe de la diplomacia cubana aseguró que evitar la presencia de Cuba en esa reunión sería un grave retroceso histórico e iría en detrimento de los objetivos de concertación.

La intención de excluir a La Habana de la cumbre obedecería a una maniobra políticamente motivada, como parte del doble rasero vinculado a la situación interna y electoral de Estados Unidos.

En reciente entrevista con el diario norteamericano The Hill, el viceministro de Relaciones Exteriores Carlos Fernández de Cossío señaló que el Gobierno estadounidense, como anfitrión de la cita, se siente con el privilegio de invitar solamente a quien quiere y aún así llamar al evento Cumbre de las Américas.

Agregó que, en realidad, la Casa Blanca pretende hacer una cumbre de amigos que sean capaces de escuchar lo que dice EE.UU., aceptar la agenda estadounidense y replicar lo que dice EE.UU.

El vicecanciller cubano exhortó a Washington a no temer a dialogar, aun cuando el tema pueda parecer conflictivo o cuando otros puedan tener nociones o visiones diferentes a las suyas.

Pero, como decíamos antes, Washington sabe que lo que Cuba, Venezuela y Nicaragua tienen que decir no será de su agrado.

Fuente: Cubadebate


El Presidente de México, Andrés Manuel López Obrador,  anunció que no asistirá a la IX Cumbre «si no se invita a todos».

«No quiero que continúe la misma política en América, y quiero, en los hechos, hacer valer la independencia y la soberanía y manifestarme por la fraternidad universal. No estamos para confrontación, estamos para hermanarnos», declaró a periodistas.

El Presidente de Bolivia, Luis Arce, señaló también que no asistiría a la Cumbre de las Américas si se excluye a paíseen agregando que «una Cumbre de las Américas que excluye a países americanos no será una Cumbre de las Américas plena».

Líderes de la Comunidad del Caribe (CARICOM) también han abogado por una IX Cumbre «inclusiva y no excluyente».


Por Editor

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