(English below)
Las encuestas muestran que la mayoría de la población estadounidense apoya un alto el fuego en Gaza. Decenas de ciudades de Estados Unidos han aprobado resoluciones que piden un cese de las hostilidades en el enclave palestino.
Por Amy Goodman y Denis Moynihan
El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, habló este martes con la prensa antes de abordar el helicóptero presidencial y dijo: “No creo que necesitemos una guerra más amplia en Medio Oriente. Eso no es lo que estoy buscando”. Pero una guerra más amplia es precisamente lo que Biden está exacerbando al respaldar sin reservas la brutal ofensiva que Israel está llevando a cabo contra Gaza y los 2,3 millones de palestinos que están atrapados allí. Los llamamientos para un alto el fuego inmediato están en aumento y, aunque el primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, prometió que la guerra será prolongada, Estados Unidos, como principal proveedor de armas de Israel, podría detener los bombardeos con una simple llamada telefónica. De no ser así, la guerra de mayor alcance que Biden espera evitar parece cada vez más plausible.
Una potencial escalada del conflicto se desencadenó a raíz del reciente asesinato de tres reservistas del Ejército estadounidense que se encontraban destacados en la denominada “Torre 22”, una base militar situada en el desierto de Jordania, cerca de las fronteras con Siria e Irak. La base alberga aproximadamente a 350 miembros del Ejército y la Fuerza Aérea de Estados Unidos. Junto con otra guarnición militar estadounidense llamada al-Tanf, ubicada a unos 20 kilómetros al norte, en Siria, estos destacamentos forman parte de la presencia militar estadounidense destinada a contrarrestar al Estado Islámico.
En la madrugada del domingo 28 de enero, un dron pudo traspasar las defensas aéreas de la Torre 22 y atacar a los soldados que se encontraban durmiendo en sus recintos de descanso. Los tres militares fallecidos —el sargento William Rivers, de 46 años; la especialista Kennedy Sanders, de 24; y la especialista Breonna Moffett, de 23— eran afroestadounidenses, oriundos del estado de Georgia. Se estima que otras 40 personas resultaron heridas en la explosión.
En Estados Unidos, aumentan los llamamientos para tomar represalias rápidas, incluidos los que instan al presidente Biden a atacar Irán. Algunos comentaristas mediáticos se apresuran a señalar que Estados Unidos está en un año electoral y que, por tanto, Biden no puede permitir que se lo perciba como un líder militar débil.
El senador republicano del estado de Texas John Cornyn expresó en redes sociales: “Apunten a Teherán”. De igual modo, su colega republicano Lindsey Graham señaló: “Lo único que el régimen iraní entiende es la fuerza”. Y agregó: “Golpeen a Irán ya y háganlo con contundencia”.
Pero no todos exigen venganza. Quizá el llamado más poderoso y conmovedor es el de los padres de una de las militares fallecidas. La agencia de noticias Associated Press informó: “Los padres de Moffett manifestaron que esperan que no haya una escalada de violencia que tenga como resultado la muerte de más soldados estadounidenses”. Francine Moffett, la madre de Breonna Moffett, dijo el lunes a Associated Press: “Solo espero y rezo para que ninguna otra familia tenga que pasar por esto. […] Te destroza el corazón y el alma”.
Además de la intensa ofensiva contra Gaza que se inició luego del ataque que la organización Hamás perpetró contra Israel el 7 de octubre, se han producido acciones militares en varias zonas del Medio Oriente. Israel y el grupo Hizbulá han intercambiado fuego de artillería a lo largo de la frontera entre el Líbano e Israel, con víctimas mortales de ambos bandos. Los rebeldes hutíes de Yemen han atacado en el golfo de Adén buques de carga que se dirigían o estaban relacionados de alguna manera con Israel, Estados Unidos y el Reino Unido y han secuestrado a al menos uno de los barcos. Estas acciones han desestabilizado el transporte marítimo internacional a través del vital canal de Suez. En respuesta, Estados Unidos ha lanzado múltiples ataques con misiles y artillería contra Yemen. Por su parte, Irán ha atacado objetivos en Irak, Pakistán y Siria. Para aumentar la volatilidad en la región, Turquía ha estado intensificando su ofensiva contra las fuerzas kurdas aliadas de Estados Unidos en Siria e Irak.
Trita Parsi, un ciudadano iraní-estadounidense experto en temas relacionados con Irán y vicepresidente ejecutivo del centro de estudios Quincy Institute for Responsible Statecraft, dijo a Democracy Now!: “Durante los primeros dos años y medio de la presidencia de Biden hubo unos 60 ataques de estas milicias iraquíes contra militares y bases estadounidenses. Sin embargo, desde el 7 de octubre […] ha habido más de 160 ataques solo en estos últimos 100 días. En algún momento, uno de esos ataques iba a terminar matando a personas estadounidenses. Y, básicamente, el presidente ha aceptado ese riesgo […], en lugar de preguntarse acerca de toda esta estrategia y de por qué estamos exponiendo a las fuerzas armadas estadounidenses para permitir que Israel continúe bombardeando, matando y masacrando de manera indiscriminada a la población de Gaza”.
Spencer Ackerman, columnista de política exterior de la revista The Nation, comparte las preocupaciones de Parsi. En conversación con Democracy Now!, Ackerman expresó: “Aunque Estados Unidos diga que está tratando de contener el conflicto, está atrapado en la lógica de la escalada. […] Esto es el resultado del cúmulo de decisiones que Biden y su equipo han tomado para involucrar más profundamente a Estados Unidos en esta escalada del conflicto. Todo esto podría detenerse si Estados Unidos utilizara su inmensa influencia sobre Israel”.
Las encuestas muestran que la mayoría de la población estadounidense apoya un alto el fuego en Gaza. Decenas de ciudades de Estados Unidos han aprobado resoluciones que piden un cese de las hostilidades en el enclave palestino. La más reciente de ellas fue aprobada por el Concejo Municipal de la ciudad de Chicago. Sin embargo, con el constante suministro de armas a Israel, el Gobierno de Biden parece estar decidido a respaldar los ataques israelíes contra Gaza, a pesar de que la Corte Internacional de Justicia concluyó recientemente en un fallo provisional que Israel podría estar cometiendo un genocidio. La provisión de armas y el blindaje diplomático no resolverán el conflicto. Un alto el fuego inmediato y conversaciones diplomáticas que conduzcan al fin de la ocupación israelí de Palestina es la única solución posible.
© 2024 Amy Goodman
Traducción al español de la columna original en inglés. Edición: Democracy Now! en español, spanish@democracynow.org
Amy Goodman es la conductora de Democracy Now!, un noticiero internacional que se emite diariamente en más de 800 emisoras de radio y televisión en inglés y en más de 450 en español. Es co-autora del libro “Los que luchan contra el sistema: Héroes ordinarios en tiempos extraordinarios en Estados Unidos”, editado por Le Monde Diplomatique Cono Sur.
Fuente: https://www.democracynow.org/es/2024/2/2/para_evitar_una_guerra_mas_amplia
To Avoid a Wider War, Ceasefire Now in Gaza
By Amy Goodman & Denis Moynihan
On Tuesday, President Biden addressed the press while boarding the presidential helicopter, saying, “I don’t think we need a wider war in the Middle East. That’s not what I’m looking for.” But a wider war is exactly what Biden is inflaming, with unreserved support for Israel’s ongoing annihilation of Gaza and the 2.3 million Palestinians trapped there. Demands for an immediate ceasefire are growing, and, despite promises of indefinite war from Israeli Prime Minister Benjamin Netanyahu, the United States, as Israel’s principal weapons provider, could shut down the bombardment with one phone call. Absent that, the widening war that Biden hopes to avoid seems ever more possible.
Potential escalation was recently triggered by the killing of three U.S. Army Reservists stationed at a base called “Tower 22” in the Jordanian desert, near the Syrian and Iraqi borders. It houses approximately 350 U.S. Army and Air Force personnel. Together with another U.S. military garrison called al-Tanf, about 20 kilometers to the north, in Syria, these remote outposts are part of the U.S. military presence to counter the Islamic State.
Early on Sunday, January 28th, a drone was able to penetrate the base’s defenses, attacking the soldiers in their sleeping quarters. The three soldiers killed were Sgt. William Rivers, 46; Specialist Kennedy Sanders 24; and Specialist Breonna Moffett, 23. All three were from Georgia and were African American. An estimated 40 others were injured in the blast.
Calls in the United States for swift reprisals grow, including demands that President Biden attack Iran. Pundits are quick to point out that we are in an election year, and thus President Biden can’t let himself be perceived as a weak military leader.
“Target Tehran,” Republican Texas Senator John Cornyn said on social media, joined by fellow Republican Senator Lindsey Graham of South Carolina, stating “the only thing the Iranian regime understands is force,” and demanding the President “hit them now and hit them hard.”
But not everyone is demanding vengeance – perhaps most powerfully, and poignantly, the parents of one of the fallen soldiers. “Moffett’s parents said they hope there’s no escalation in violence that kills more American troops,” the Associated Press reported. Francine Moffett, the mother of Breonna Moffett, told the Associated Press on Monday, “I just hope and pray no other family has to go through this…It takes your heart and your soul.”
In addition to the intense assault on Gaza that followed Hamas’ October 7th attack on Israel, military strikes have occurred across the wider Middle East. Israel and Hezbollah have exchanged artillery fire along the Lebanon/Israel border, claiming lives on both sides. Houthi rebels in Yemen have hit cargo vessels headed to or otherwise connected to Israel, the US or the UK, in the Gulf of Aden, and hijacked at least one vessel, disrupting international shipping through the vital Suez Canal. In response, the US has launched multiple missile and artillery strikes on Yemen. Iran has hit targets in Iraq, Pakistan and Syria. Adding to the volatility, Turkey has been stepping up its attacks on US-allied Kurdish forces in Syria and Iraq.
“There were about 60 attacks by these Iraqi militias against U.S. troops and bases during the first two-and-a-half years of Biden’s presidency,” Trita Parsi, executive vice president of the Quincy Institute for Responsible Statecraft said on the Democracy Now! news hour. The Iranian-American expert on Iran continued, “Since October 7th…there’ve been more than 160 attacks just in these last 100 days. At some point, one of those attacks was going to kill Americans. And the president has essentially accepted this risk…instead of raising questions about this entire strategy as to why we are putting U.S. troops at risk in order for Israel to continue to indiscriminately bomb and kill and slaughter people in Gaza.”
Spencer Ackerman, foreign policy columnist for The Nation, shares Parsi’s concerns. “The United States, while it might say that it’s seeking to contain the conflict, is caught up in the logic of escalation,” Ackerman said on Democracy Now! “These are the accumulations of choices that Biden and his team are making to involve the U.S. more deeply in this spiraling conflict, all of which could be stopped if the United States used its immense influence over Israel.”
Polls show a majority of Americans support a ceasefire in Gaza. Scores of cities have passed ceasefire resolutions, most recently Chicago. The Biden administration, though, appears resolute in backing Israel’s military assault on Gaza, with its continued supply of weapons, despite the International Court of Justice’s recent provisional finding that Israel may be committing genocide. Ceasefire and diplomacy, not arms and diplomatic cover, leading to an end to Israel’s occupation of Palestine, is the only solution.
https://www.democracynow.org/2024/2/1/to_avoid_a_wider_war_ceasefire