(English below)
Por Amy Goodman y Denis Moynihan
El pueblo palestino y las personas que apoyan su causa conmemoraron el aniversario número 76 de la Nakba este 15 de mayo, fecha que referencia el día después de que, en 1948, se estableciera formalmente el Estado de Israel. El término “Nakba”, que en árabe significa “catástrofe”, se utiliza para describir las masacres, la expulsión y el desplazamiento forzado que sufrió el pueblo palestino en el período previo y a lo largo de 1948. Unos 900.000 palestinos fueron expulsados de sus hogares. Miles fueron asesinados y masacrados por grupos paramilitares israelíes, como el Irgún y el Stern Gang, y otros miles sucumbieron mientras huían a pie, sin comida ni agua, o mientras participaban en la resistencia armada. Lo que sucedió luego de 1948 ha sido uno de los conflictos más violentos, costosos y prolongados de la era moderna.
El ataque de Israel contra Gaza ha sido calificado de genocidio por un número cada vez mayor de Estados miembros de las Naciones Unidas y expertos jurídicos internacionales. Egipto se sumó recientemente a la demanda por genocidio que Sudáfrica presentó contra Israel ante la Corte Internacional de Justicia de La Haya. Asimismo, tras la ampliación de la incursión militar israelí en Rafah, ese alto tribunal internacional celebró esta semana una audiencia de emergencia. Según cifras oficiales, más de 35.000 palestinos han muerto en Gaza desde el 7 de octubre. Asimismo, el bloqueo que Israel ha impuesto a la Franja de Gaza ha provocado una situación de hambruna en el enclave palestino, que se agrava día a día.
Ilan Pappé es un renombrado historiador israelí que luchó en las filas de las fuerzas armadas israelíes en la guerra de Yom Kipur de 1973. Durante una entrevista que mantuvo con Democracy Now! en octubre de 2023, Pappé expresó: “Lo que estamos presenciando actualmente, lo que se desarrolla ante nuestros ojos, es una situación de genocidio, en la cual las personas, incluidos niños, niñas y bebés, se encuentren en hospitales o en escuelas, son blanco de los ataques. Esta es una operación a gran escala de aniquilamiento, limpieza étnica y despoblamiento. […]. La Nakba nunca ha terminado realmente para los palestinos. Por lo tanto, lo que el pueblo palestino está padeciendo actualmente es un nuevo y terrible capítulo de la Nakba”.
El profesor Pappé acaba de ser detenido en el Aeropuerto Internacional de Detroit tras su arribo a Estados Unidos y reveló que agentes del FBI lo interrogaron durante dos horas antes de liberarlo. Pappé expresó en la red social Facebook: “Me preguntaron si apoyaba a Hamás y si consideraba que las acciones que Israel está llevando a cabo en Gaza son un genocidio. [También me preguntaron] cuál creía que era la solución al ‘conflicto’ (en serio, ¡eso me preguntaron!), y quiénes son mis amigos árabes y musulmanes en Estados Unidos”.
Esta semana, en el Día de la Nakba, el profesor Abdel Razzaq Takriti, historiador palestino y catedrático de estudios árabes en la Universidad Rice, dijo a Democracy Now!:
“La Nakba continúa. Tenemos que entender que se trata de un proceso de expansión colonial que continúa hasta el día de hoy. Es un proceso estructural. No es un acontecimiento [puntual]. Y lo que estamos presenciando ahora en Gaza está muy relacionado con lo que ocurrió en 1948”.
El profesor Takriti atribuyó una responsabilidad histórica a las Naciones Unidas, Estados Unidos y el Reino Unido:
“En la etapa del dominio británico, se desarrolló un movimiento de expansión colonial muy violento en Palestina. [Este movimiento de colonos] se armó bajo el dominio británico; se entrenó bajo el dominio británico”. El profesor Takriti continuó: “El proyecto israelí está muy entrelazado con la política exterior estadounidense hacia el pueblo palestino. No nos ven como seres humanos. Quieren destruirnos. Pero son conscientes de que, para que la opinión pública acepte [ese proyecto], deben presentarlo en términos de autodefensa. Sin embargo, es un proyecto de carácter racista y criminal que está causando un inmenso dolor y sufrimiento”.
La demanda por genocidio que Sudáfrica presentó contra Israel ante la Corte Internacional de Justicia está buscando demostrar justamente eso. El jueves, la abogada de derechos humanos Adila Hassim habló en la audiencia de emergencia de ese alto tribunal internacional. Con la voz entrecortada por la emoción, enumeró algunas sombrías estadísticas:
“Los niños y niñas de Gaza, en particular, han experimentado un gran sufrimiento. Más de 14.000 han muerto. Miles más han resultado heridos o han perdido a familiares. Asimismo, se estima que 17.000 niños y niñas están solos o separados de sus familias. […] Que no queden dudas: estas condiciones son resultado directo de la embestida militar israelí contra el enclave asediado, [perpetrada] con pleno conocimiento de las consecuencias destructivas de esta crisis humanitaria. En estas circunstancias, la obstaculización del ingreso de ayuda humanitaria [a Gaza], someter a la población al hambre hasta el punto de la inanición, impedir el ingreso de alimentos en medio de una situación de hambruna y matar a al menos 200 trabajadores humanitarios no puede verse más que como un intento deliberado de acabar con la vida de los palestinos.
La abogada Hassim concluyó: “Hay que detener a Israel”.
Irónicamente, los nacionalistas israelíes, muchos de los cuales niegan la ocurrencia de la Nakba, están ahora pidiendo que haya una segunda. Ariel Kellner, miembro del Parlamento israelí, escribió: “Ahora mismo tenemos un objetivo: ¡la Nakba! Una Nakba que eclipse la Nakba de 1948”. Por su parte, el martes, durante una marcha por el Día de la Independencia de Israel, el ministro de Seguridad Nacional israelí, el ultraderechista Itamar Ben-Gvir, arengó a miles de personas diciendo: “¡En primer lugar, debemos regresar a Gaza ya! ¡Volver a casa, a nuestra Tierra Santa! Y, en segundo lugar, debemos fomentar la emigración, ¡fomentar la emigración voluntaria de los residentes de Gaza!”.
La masacre que Israel está perpetrando en Gaza debe terminar de inmediato. La ocupación israelí de Palestina y el apoyo de Estados Unidos a esa ocupación también deben terminar. No es algo bueno para Israel ni para su seguridad nacional. Es devastadora para el pueblo palestino. Es ilegal e inmoral.
Fuente: www.democracynow.org
The Palestinian Nakba, from 1948 to Today
By Amy Goodman & Denis Moynihan
Palestinians and allies marked the 76th anniversary of the Nakba, May 15th – the day after the state of Israel was formally declared. “Nakba” is Arabic for “catastrophe,” and is used to describe the murder, dispossession and forced displacement Palestinians suffered in the years up to and including 1948. As many as 900,000 Palestinians were driven from their homes. Thousands were killed, massacred by Israeli militias like the Irgun and the Stern Gang or while fleeing on foot with no food or water, and some while engaged in armed resistance. What has followed since 1948 has been one of the most violent, costly and protracted conflicts in the modern era.
Israel’s assault on Gaza has been termed a genocide by an increasing number of United Nations member states and international legal experts. Egypt joined South Africa’s genocide case against Israel at the International Court of Justice in The Hague, where an emergency hearing was called this week, following Israel’s ground invasion of Rafah. In Gaza, the official death toll is now over 35,000 Palestinians. Israel’s siege is also responsible for widening famine in Gaza.
“What we are seeing now, what unfolds in front of our eyes, is a genocidal situation, by which people are targeted, whether they are children, babies, in hospital or in schools. This is a massive operation of killing, of ethnic cleansing, of depopulation,” renowned Israeli historian Ilan Pappé, who as an Israeli soldier fought in the 1973 war, said on the Democracy Now! news hour. “The Nakba has never really ended for the Palestinians, so it’s a new horrific chapter in the ongoing Nakba that the Palestinians are suffering.”
Professor Pappé was just detained when he flew into Detroit, and described on Facebook two hours of FBI questioning before being released. He said they asked, “Am I a Hamas supporter? Do I regard the Israeli actions in Gaza a genocide? What is the solution to the ‘conflict’ (seriously, this is what they asked!) Who are my Arab and Muslim friends in America?”
This week, on Nakba Day, Professor Abdel Razzaq Takriti, a Palestinian historian and endowed Arab studies chair at Rice University, said on Democracy Now!
“The Nakba is continuing. We have to understand that this is a colonial continuum. This is a structural process. It is not an event. And what we’re seeing now in Gaza is very much connected to what happened in 1948.”
Professor Takriti assigned historical blame on the United Nations, the United States, and Britain:
“You had a very aggressive settler-colonial movement develop in Palestine under British rule. It was armed under British rule. It was trained under British rule.”
Professor Takriti continued, “The Israeli project is very much intertwined with American foreign policy towards the Palestinian people. They don’t see us as human beings. They want to destroy us. But they know that they have to present it in self-defense terms so that it’s palatable to the broader public…this is just a racist, criminal project that is leading and causing immense pain and suffering.”
South Africa’s genocide case against Israel at the International Court of Justice is seeking to do just that. On Thursday, human rights attorney Adila Hassim spoke at the ICJ emergency hearing, her voice betraying emotion as she recited grim statistics:
“Children have suffered particularly severely. More than 14,000 have been killed. 1000s more have been injured or lost family members, While an estimated 17,000 Children are unaccompanied or separated. Make no mistake. These conditions are a direct result of Israel’s military onslaught on the besieged enclave with full knowledge of the destructive consequences of this humanitarian crisis. In these circumstances, the thwarting of humanitarian aid cannot be seen as anything but the deliberate snuffing out of Palestinian lives, starvation to the point of famine, obstructing aid in the face of famine, and killing of at least 200 aid workers.”
Hassim concluded, “Israel must be stopped.”
Ironically, Israeli nationalists, many who deny that the Nakba occurred at all, are now calling for a second one. “Right now, one goal: Nakba! A Nakba that will overshadow the Nakba of 48,” wrote Knesset member Ariel Kellner. On Tuesday, at an Israeli Independence Day march, far-right National Security Minister Itamar Ben-Gvir addressed thousands, saying, “First, we must return to Gaza now! We are coming home to the Holy Land! And second, we must encourage emigration. Encourage the voluntary emigration of the residents of Gaza!”
Israel’s mass slaughter in Gaza must end immediately. Ultimately, the Israeli occupation of Palestine, and U.S. support for the occupation, also must end. It’s not good for Israel or its national security. It’s devastating for Palestinians. It’s illegal and immoral.