EEUU no está interesado en una «salida pacífica» de la guerra de Ucrania, dice investigador

«Estamos unidos en nuestro compromiso con la democracia, la libertad individual, los derechos humanos y el estado de derecho…. Condenamos la guerra de agresión de Rusia contra Ucrania en los términos más enérgicos posibles. Socava gravemente la seguridad y la estabilidad internacional».

Estas fueron las palabras elegidas para el comunicado oficial de los jefes de Estado y de Gobierno de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN), que participaron en la reunión de la alianza en Madrid el 29 de junio de 2022.

La nota completa, publicada en el sitio web oficial de la OTAN, suena como una farsa para los oídos atentos, como el abogado de derechos humanos y profesor de la Universidad de Illinois Francis A. Boyle. Para él, la guerra no es de Rusia contra Ucrania, sino de Estados Unidos contra Rusia. “La administración de Joe Biden ha continuado este ataque contra Rusia, con el objetivo de desestabilizar el gobierno local e incluso fragmentar el país en unidades constituyentes”, dice en una entrevista con Brasil de Fato .

Boyle sustenta su argumento en los tratados enviados por Rusia a Estados Unidos y la OTAN antes de lanzar el primer ataque contra los ucranianos, el 24 de febrero de 2022.

“En diciembre, [el presidente ruso Vladimir] Putin y su equipo presentaron dos borradores de acuerdos, y los leí ambos. Básicamente, lo que los rusos querían era una garantía de que Ucrania no se uniría a la OTAN, algo que sería demasiado fácil para Biden conceder, pero optó por no hacerlo, y sigue insistiendo en esta narrativa».

Para el profesor, todos deben entender que el problema comienza con la idea de la OTAN, como un todo. “El gobierno de Estados Unidos es la Organización del Tratado del Atlántico Norte. Establecimos la OTAN, controlamos la OTAN, somos la OTAN”, dice.

Esto explica la resistencia rusa a tener un miembro de la organización justo en su frontera y justifica la solicitud de neutralidad.

“Pero Estados Unidos no está interesado en una salida pacífica y, en este punto, podría ser que las armas nucleares sean parte del desarrollo de este conflicto”, continúa Boyle.

El objetivo estadounidense, para el profesor, es desestabilizar Rusia y hacerse con el control de Eurasia, porque quien controla esa parte del mundo acaba controlándolo todo.

Mientras tanto, la Casa Blanca argumenta que sus avances son puramente democráticos y que la misión de Estados Unidos es liberar al pueblo ucraniano. Al mismo tiempo, sin embargo, el gobierno de Biden está dando señales opuestas al provocar también a China , promoviendo el movimiento de independencia de Taiwán . “Este es definitivamente un mensaje para China, y es una situación muy peligrosa”, analiza el profesor.

Al manipular a los países europeos y explotar a los ucranianos para sus propios intereses, Estados Unidos continúa repitiendo la misma fórmula de buena juventud para justificar sus estrategias y la falta de negociación pacífica en este conflicto. Para Boyle, sin embargo, este papel de héroe ya no encaja en la narrativa internacional y solo apunta a llegar a una audiencia nacional.

«Esto es solo propaganda para la opinión interna estadounidense. El resto del mundo no cree esas tonterías. Han visto lo que el gobierno de EE. UU. ha estado haciendo desde la guerra de Vietnam y luego todas las guerras que siguieron al 11 de septiembre de 2001. Las guerras contra Irak, el apoyo a Israel… Entonces, si miras las encuestas de opinión pública en todo el mundo, el resto del mundo no cree en esa propaganda. Es propaganda interna, para obtener el apoyo del pueblo estadounidense. lo que está haciendo Biden».

Mientras critica la postura estadounidense, Boyle elogia la postura brasileña. «Brasil tiene todo el derecho a permanecer neutral en esta disputa entre Rusia y Ucrania y, dadas las condiciones, creo que la neutralidad es del interés del pueblo brasileño».