Este 21 de mayo, el presidente Donald Trump anunció que retirará a Estados Unidos del Tratado de Cielos Abiertos de la Organización de Seguridad y Cooperación Europea, OSCE, un pacto de control de armas en el que participan 34 países y que ha ayudado, de alguna forma, a la seguridad global.
De acuerdo con el mandatario, la retirada, que se producirá dentro de seis meses, se debe a que Rusia ha violado el acuerdo en repetidas ocasiones.
El negociador de control de armas de Trump, Marshall Billingslea, criticó a Rusia y China y advirtió que Estados Unidos está preparado para gastar más que nadie en una nueva carrera armamentista nuclear.
Marshall Billingslea: “El presidente ha dejado en claro que tenemos una práctica probada y verdadera aquí. Sabemos cómo ganar estas carreras, y sabemos cómo pasar al adversario al olvido. Y si tenemos que hacerlo, lo haremos. Pero seguro que nos gustaría evitarlo».
Por su parte, el viceministro de Relaciones Exteriores ruso, Alexander Grushko, señaló que «al parecer, (EE.UU.) sigue adelante con el fin de minar un nuevo documento fundamental que debilita seriamente la confianza y la seguridad del continente».
En declaraciones a la agencia ‘RIA Nóvosti’, el funcionario, que fue embajador de Rusia ante la OTAN, recordó que en 2019 Washington abandonó el Tratado de Fuerzas Nucleares de Rango Intermedio, que se suscribió en 1987, y aseguró que la retirada fue argumentada con «excusas inventadas».
China lamentó también la decisión de EEUU de salir del Tratado de Cielos Abiertos y se refirió a esta acción como una manifestación de la mentalidad de la Guerra Fría.
«China lamenta profundamente la salida de EEUU del Tratado de Cielos Abiertos (…) Esta iniciativa de EEUU junto con sus últimas acciones para salir de algunos otros acuerdos representa una manifestación de la mentalidad de la Guerra Fría, una política de acciones unilaterales, otro ejemplo negativo de renuncia a cumplir con sus compromisos internacionales», señaló Zhao Lijian, portavoz del ministerio de asuntos exteriores de país asiático en una rueda de prensa.
Zhao indicó que la salida de EEUU del tratado no aporta a la confianza y a la transparencia, tampoco tiene impacto positivo en la seguridad y estabilidad; afectará el control internacional de armas y sobre todo el proceso de desarme.
El Tratado de Cielos Abiertos se firmó en marzo de 1992, y entró en vigor en 2002, permite que los Estados Parte realicen vuelos de observación sobre los territorios de otros Estados Parte. Este tratado tiene por fin “promover una mayor apertura y transparencia en sus actividades militares y reforzar la seguridad mediante medidas destinadas a fomentar la confianza y la seguridad”.
Los estados miembros del tratado de Cielos Abiertos son: Alemania, Bielorrusia, Bélgica, Bosnia y Herzegovina, Bulgaria, Canadá, Croacia, Dinamarca, Eslovaquia, Eslovenia, España, Estados Unidos, Estonia, la Federación de Rusia, Finlandia, Francia, Georgia, Grecia, Hungría, Islandia, Italia, Kazajstán, Letonia, Lituania, Luxemburgo, Noruega, Países Bajos, Polonia, Portugal, Reino Unido, República Checa, Rumania, Suecia, Turquía y Ucrania. (Reporte de Steve Holland; reporte adicional de Jonathan Landay y Doina Chiacu en Washington y Andrey Ostroukh en Moscú Editado en español por Javier López de Lérida)
El Tratado de Cielos Abiertos, es considerado uno de los esfuerzos de control internacional de armas más amplio, logrado con el objetivo de promover la transparencia en las fuerzas y actividades militares.
Tratado a Cielos Abiertos (En Inglés)