El Servicio Paz y Justicia, en América latina (SERPAJ-AL) expresa su profundo repudio al intento de golpe de estado contra el gobierno del presidente de Brasil, Luiz Ignacio Lula Da Silva, por parte de seguidores del bolsonarismo.

Hace pocos días fuimos testigos de un acto profundamente democrático como fue la asunción de Lula y el importante acompañamiento que tuvo de su pueblo, y ahora, como un acto desesperado para impedir el reconocimiento y el normal desenvolvimiento de un gobierno elegido por la mayoría, se producen estos actos de vandalismo al invadir el Palacio Presidencial, el Congreso y el Supremo Tribunal Federal.

Nos unimos a todos los sectores democráticos para rechazar estas actitudes que atentan contra toda la sociedad brasileña y de todo el continente.

Adolfo Pérez Esquivel, Premio Nobel de la Paz, 1980

Servicio Paz y Justicia en América Latina – Red presente en 11 países

Nuevamente la barbarie frente a la democracia


Nuestra solidaridad con el pueblo de Brasil

El Observatorio de Derechos Humanos de los Pueblos condena tajantemente los actos de violencia realizados por parte de grupos de extrema derecha bolsonaristas que en Brasil se tomaron, este domingo 08 de enero, el Congreso Nacional, el Palacio Presidencial de Planalto, sede del poder ejecutivo, y el edificio del Tribunal Supremo con el objetivo de generar un golpe de Estado militar.

Estos actos son un atentado contra la soberanía de los pueblos de Brasil y del Abya Yala, a siete días de haberse instalado el gobierno legítimo de Luiz Inácio Lula da Silva.

Estos hechos no son aislados. Responden a una dinámica intervencionista dirigida por los Estados Unidos y las ultraderechas en toda la región. El objetivo, generar ingobernabilidad y propiciar golpes de Estado para seguir apoderándose de nuestros territorios, de los bienes naturales, y frenar los avances populares legítimos de nuestros pueblos.

En las últimas décadas hemos sido testigos también de las nuevas modalidades de golpes de Estado con el lawfare, guerra jurídica, en conjunto con la guerra mediática que los grandes medios hegemónicos hacen para demonizar y socavar a los gobiernos democráticos, así como lo hicieron con Dilma y Lula en el pasado, con Correa en el Ecuador, con Cristina en Argentina, en Honduras, Bolivia y actualmente en Perú. Es la «nueva» forma de operar para agotar las fuerzas progresistas de la región.

Desde el Observatorio de Derechos Humanos de los Pueblos toda nuestra solidaridad con los pueblos de Brasil y el hermano Presidente Luiz Inácio Lula da Silva.

¡El golpismo fascista en Brasil no pasará!

Observatorio de Derechos Humanos de los Pueblos

Nuestra solidaridad con el pueblo de Brasil