Compartimos el siguiente artículo escrito por Cira Rodríguez César y publicado por Prensa Latina. Pese al brutal bloqueo económico que Estados Unidos mantiene contra Cuba, Cuba ha sido uno de los países más solidarios con otros pueblos del mundo.

Ángeles cubanos salvadores de vidas

En mayo de 1963 se inició así una de las más grandes labores humanistas de Cuba por todo el mundo: la colaboración médica internacionalista, que como afirmó el líder histórico de la Revolución, Fidel Castro, no era solo “suplir el déficit de profesionales foráneos con nuestros médicos; además de sanar era preciso, también, compartir saberes para formar médicos en esos lugares”.

Antes, en 1960, una pequeña brigada médica llegó a Chile para ayudar tras el terremoto que estremeciera a ese país. Esa fue la primera experiencia.

Desde entonces “nosotros demostramos que el ser humano puede y debe ser mejor (…) demostramos el valor de la conciencia y de la ética. Nosotros ofrecemos vidas”, dijo Fidel sobre esas misiones.

Hasta la fecha más de 605 mil colaboradores en el ámbito de la salud en 165 países han salvado vidas, curado males, erradicado enfermedades y repartido amor y cariño en recónditos parajes, sin importarles diferencias de idiomas, costumbres y culturas.

Hoy 57 brigadas conformadas por 22 mil 632 colaboradores cubanos de la salud trabajan en 57 países de todos los continentes, labor que no pocos se empeñan de desprestigiar y desacreditar con mentiras y distorsiones, pese al saldo favorable de cada emergencia sanitaria atendida.

La gratitud y admiración de quienes reciben sus atenciones son las mayores recompensas para este “ejército de batas blancas”, porque su formación y principios están por encima de cualquier llamativa gratificación monetaria o indemnización material.

SOLIDARIDAD SANITARIA REPARTIDA POR EL MUNDO

Entrevistado en exclusiva por Prensa Latina, el doctor Michael Cabrera Laza, director de la Unidad Central de Cooperación Médica, explicó que durante estos 60 años se desarrollaron diferentes modalidades de colaboración sanitaria.

Durante las décadas de los 60, 70 y 80 del pasado siglo prevalecieron las cooperaciones internacionalistas en países hermanos que necesitaron el apoyo de Cuba, entre ellos, Etiopía, Mozambique y otras naciones en guerra como Laos y Camboya.

Luego se sucedieron importantes misiones consideradas hitos en la historia de las misiones médicas cubanas, tal es el caso del nacimiento del Programa Integral de Salud durante la ayuda brindada a Honduras y Guatemala, luego del paso de los huracanes George y Mitch en 1998 por Centroamérica.

A partir de ese momento dicho proyecto se extendió a Haití y África para brindar atención primaria general, sobre la base de los conceptos de la medicina preventiva, o sea, atención primaria de salud, y también la de segundo nivel, precisó el directivo.

Ejemplificó que “en Guatemala la atención primaria era ejercida por enfermeras, no tenían médicos, los primeros en llegar a recónditos lugares de ese país fueron los cubanos”.

Otro momento significativo fue el 16 de abril de 2003 con el inicio del Programa Barrio Adentro en Venezuela, que se extiende hasta hoy, con una primera fase de atención primaria y la posterior incorporación de centros de diagnóstico integral, salas de rehabilitación integral y centros de alta tecnología que completaron el ciclo del sistema nacional de salud venezolano.

Más de 158 mil profesionales, técnicos y personal de la salud han pasado por esa nación suramericana, destacó Cabrera, que en su opinión es una escuela para los profesionales cubanos. “Es y será la principal misión médica cubana en el exterior”.

A Barrio Adentro se le sumó la Operación Milagro, una idea de Fidel Castro y Hugo Chávez a partir de las dificultades visuales detectadas en las personas que eran alfabetizadas con el Programa Yo Sí Puedo.

Con esta misión se resolvieron los problemas oftalmológicos (catarata y pterigión) en la población venezolana y de otras naciones del continente, la cual benefició en total a más de tres millones de pacientes operados por los galenos cubanos.

Momento trascendental fue el ofrecimiento a Estados Unidos de ayuda sanitaria de emergencia en septiembre 2005 tras el paso del huracán Katrina por Nueva Orleans y parte del sur de Estados Unidos, gesto rechazado por el gobierno de George W. Bush.

Para ese momento se creó el Contingente Internacional de Médicos Especializados en Situaciones de Desastres y Graves Epidemias «Henry Reeve», que desde entonces ha estado presente en significativas acciones sanitarias, como parte de la colaboración médica cubana.

Su primera brigada viajó a Guatemala en octubre de ese mismo año, e inmediatamente después la gran prueba de fuego fue en Pakistán por un devastador el terremoto que exigió el montaje de 32 hospitales de campaña en difíciles y extremas condiciones de trabajo, asumidas por más de tres mil colaboradores.

El doctor Cabrera destacó en esta larga lista de hazañas altruistas y de respeto hacia el ser humano, la labor de los médicos cubanos por el gran sismo y la epidemia de cólera que golpearon a Haití en 2010, situación que exigió la permanencia de los cubanos hasta solucionar la emergencia sanitaria, a diferencia de la ayuda de otras naciones y organizaciones internacionales.

De trascendental calificó el galeno la atención médica y humanitaria de tres brigadas del «Henry Reeve» en 2014 para combatir al Ébola en Sierra Leona, República de Guinea y Liberia, actuación que impidió la propagación de esos brotes a otros países de África, dada la experiencia en otras epidemias.

TRAS DECLARARSE LA PANDEMIA DE COVID-19

Y se declaró la pandemia de la Covid-19 el 11 marzo de 2020. Tan temprano como los días 15 y 18 de ese mes partieron los primeros asesores hacia Venezuela y Nicaragua, para compartir la poca información y conocimientos que sobre esa enfermedad se tenían.

Cuba trazó su estrategia de colaboración médica internacional y a partir de ese momento partió una tercera brigada a Lombardía, Italia, donde estaba el epicentro de la Covid-19 en ese momento; allí y en otras 42 naciones estuvieron 58 brigadas médicas.

“Fue una experiencia que marcó un antes y un después de la cooperación en salud que Cuba ofrece al mundo”, ponderó Cabrera, quien también tiene varias misiones en su aval profesional.

A partir de la Covid-19, apuntó, la presencia cubana en materia de salud creció y ganó prestigio en Asia, Europa, África y las islas del Caribe, lo que resultó en que hoy las solicitudes se suceden unas tras otras, incluso desde países desarrollados: Italia, Francia, España, Portugal, Canadá e Irlanda del Norte.

También se evalúa reactivar la colaboración en Kiribati, y regresar a Fiji, Nauru y las Islas Salomón, porque nuestro precepto es estar donde nos necesite para apoyar a los pueblos del mundo, resaltó Cabrera.

Más recientemente, los terremotos en Siria y Türkiye en febrero de este año volvieron a demostrar la entereza de los profesionales y técnicos de la salud, quienes en menos de 48 horas conformaron una brigada de 32 colaboradores, y partieron para atender a los afectados por esos desastres naturales.

Nadie los obligó o presionó, una vez más lo hicimos por convicción y con la mayor satisfacción, porque es nuestro aporte al sistema de salud, a la Revolución y a la humanidad como médicos de profundos principios humanistas, enfatizó Cabrera.

Mucha es la admiración ganada por Cuba, como lo reafirma la intención del presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, de reanudar el programa Más Médicos, que contó con 11 mil 400 colaboradores de la isla y tuvo bajo su atención a 60 millones de brasileños, muchos de los cuales tuvieron por primera vez servicios médicos.

“Por eso la mejor respuesta a todas las calumnias contra la colaboración médica internacional de Cuba es la satisfacción de haber atendido en las últimas seis décadas a más de dos mil millones de pacientes, quienes atesoran la mejor y verdadera imagen de la labor humanista de nuestros médicos que van a donde ningún otro profesional de la salud acude”, concluyó. (PL)


Por Editor

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