Por Emily Rosenzweig*

El cierre de la campaña, en Calama, fue una hermosa muestra de la solidaridad y de lucha por la justicia en Chile. Había música y poesía, vídeos de solidaridad y discursos emotivos sobre la conexión metafórica y literal entre las estrellas y las víctimas.El evento ocurrió en el Parque para la Preservación de la Memoria Histórica, donde se encontró algunos fragmentos de las víctimas. Aunque la Unión Astronómica Internacional no aceptó la solicitud realizada, AI renombró las estrellas de todas maneras, celebrando la determinación y tenacidad de los miembros de AFEDDEP.Alicia Lira, una de las dirigentes del Observatorio por el Cierre de la Escuela de las Américas y la presidenta de la Agrupación de Familiares de Ejecutados Políticos (AFEP), destacó en su discurso que “[Las víctimas] fueron ejecutadas solamente por querer construir una sociedad junto a Salvador Allende, junto a su pueblo, y por eso ellos físicamente no están, pero viven en cada uno y en cada una de nosotros. Están presentes en esta campaña permanente que jamás va a permitir el olvido. Si los mataron, los mataron en vano porque siguen viviendo a 45 años de la dictadura. Siguen viviendo en los sindicatos, en las calles. Creo que eso es algo que toma muy bien la constelación de las estrellas, que son infinitas, que son eternas. Estamos diciendo no al olvido, sí a la memoria, sí a la verdad, si a la justicia, y con más fuerza hoy día”.No todos los victimarios de la dictadura de Pinochet han sido castigados por sus crímenes de lesa humanidad. Por ejemplo, Armando Fernández Larios, quien fue entrenado en la Escuela de las Américas, en 1970, tiene una solicitud de extradición, desde el año 2017, pero sigue viviendo en Marco Island, Florida, EEUU.
Del mismo modo, sigue en los EEUU Carlos Minoletti Arriagada, otro integrante de la Caravana, quien fue condenado a 5 años de cárcel, también pesa contra él una orden de extradición. Por estos ejemplos de impunidad y muchos otros, la “Constelación de los Caídos” y otras formas similares de memoriales sirven para mantener la memoria nacional e internacional, para que los criminales de la dictadura de Pinochet sean reconocidos por sus crímenes.
* Este artículo ha sido publicado en la Revista El Derecho de Vivir en Paz
Alicia Lira, Presidenta de AFEP y del Observatorio por el Cierre de la Escuela de las Américas