Adolfo Pérez Esquivel, Premio Nobel de la Paz
Adolfo Pérez Esquivel, Premio Nobel de la Paz

A pesar de las protestas globales y los llamados a cesar la masacre contra el pueblo palestino, Israel continúa sus ataques con total impunidad, respaldado por la complicidad de Estados Unidos.

El silencio cómplice de la ONU y el Parlamento Europeo es alarmante. La violencia escaló hasta niveles catastróficos, arrastrando al mundo hacia lo que el Papa Francisco advirtió: «Una Tercera Guerra Mundial a cuentagotas». Millones de refugiados sufren los embates de la guerra, el hambre y la desesperación, mientras la comunidad internacional mira impasible. El hambre es otra forma de guerra: silenciosa, pero igualmente letal.

Incluso dentro de Israel, sectores del pueblo judío alzan su voz contra la barbarie, gritando: «iN0 EN NUESTRO NOMBRE!». Exigiendo que se ponga fin al genocidio.

La Corte Penal Internacional ya acusó al primer ministro Benjamín Netanyahu de crímenes de guerra y genocidio. Sin embargo, él sigue bombardeando Gaza, intentando exterminar y desplazar al pueblo palestino para apoderarse de su tierra.

La comunidad internacional debe actuar ya:

1.- Exigir el cese inmediato de la guerra.

2.- Promover el diálogo como único camino hacia una paz justa. 3.- Reconstruir Gaza y garantizar dos Estados libres y soberanos.

3.- Reconstruir Gaza y garantizar dos Estados libres y soberanos.

El genocida Netanyahu debe ser juzgado por la Corte Penal Internacional. Sus crímenes no pueden quedar sin castigo.

La ONU no puede seguir paralizada por el veto de EE.UU. Es urgente convocar a la Asamblea General para frenar la escalada bélica global y poner fin a la guerra. Su responsabilidad es buscar los caminos de la Paz y el derecho de los pueblos a su autodeterminación y soberanía.

Adolfo Pérez Esquivel, Premio Nobel de la Paz

Buenos Aires, mayo 14 2025

Por Editor

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