Desde que los ensayos nucleares empezaron en 1945, se han ejecutado más de 2000 pruebas, dejando consecuencias devastadoras para la humanidad. En los primeros años de esta práctica, se prestó poca atención a sus efectos y al peligro de las lluvias radiactivas derivadas de los ensayos en la atmósfera. Hoy, la historia nos ha demostrado que las tragedias humanas y medioambientales resultantes de los ensayos nucleares justifican la necesidad de conmemorar el Día Internacional contra los Ensayos Nucleares, más aún teniendo en cuenta que las armas atómicas contemporáneas son cada vez más poderosas y destructivas.
Ante esta creciente amenaza, el 2 de diciembre de 2009, la Asamblea General aprobó por unanimidad su resolución 64/35 en donde se declara el 29 de agosto como el Día Internacional contra los Ensayos Nucleares. La resolución, que fue propuesta por la República de Kazajstán, apoyada por otros países, tendría como finalidad conmemorar la clausura del polígono de ensayos nucleares de Semipalátinsk, la cual ocurrió ese mismo día de agosto en 1991.
La primera conmemoración de este día fue celebrada en 2010. Desde entonces la celebración se realiza mediante la coordinación de diversas actividades en todo el mundo, tales como simposios, conferencias, exposiciones, concursos, publicaciones, ponencias, programas de televisión y radiodifusión y otras iniciativas.
Posteriormente a este esfuerzo, en octubre de 2013, «convencida de que el desarme nuclear y la eliminación total de las armas nucleares constituyen la única garantía absoluta contra el empleo o amenaza del empleo de armas nucleares», la Asamblea General en su resolución A/RES/68/32, declaró el 26 de septiembre Día Internacional para la Eliminación Total de las Armas Nucleares, con la finalidad de fomentar iniciativas internacionales para lograr la desaparición total del armamento nuclear.
La primera celebración de este día en 2014, junto con otras actividades e iniciativas, ha contribuido a crear un ambiente internacional que apuesta con firmeza por alcanzar un mundo sin armas nucleares.
En este contexto, se han visto señales visibles de progreso en varios frentes. Sin embargo, los desafíos persisten, ya que el instrumento internacional que las impediría, el «Tratado de prohibición completa de los ensayos nucleares (TPCEN)» (de 1996), desafortunadamente, no ha entrado todavía en vigor.
Como reconoció el Secretario General en su nuevo programa de desarme «Asegurar nuestro futuro común», lanzado el 24 de mayo de 2018, esta normativa contra las pruebas es un ejemplo que sirve a los objetivos de desarme y no proliferación. Al restringir el desarrollo de nuevos tipos avanzados de armas nucleares, el TPCEN frena la carrera de armamento. También sirve como una poderosa barrera normativa contra Estados potenciales que podrían tratar de desarrollar, fabricar y, posteriormente, adquirir armas nucleares en violación de sus compromisos de no proliferación.
Debemos hacer todo el esfuerzo necesario para garantizar la entrada en vigor por completo del tratado de prohibición de los ensayos nucleares y preservar su aplicación a nivel internacional. En este sentido, el Secretario General hace un llamamiento a todos los Estados para que se comprometan a finalizar sus procesos de ratificación en una fecha próxima, si aún no lo han hecho, para que el Tratado entre en vigor a la mayor brevedad posible.
Las Naciones Unidas confían en que algún día desaparezcan de la faz de la Tierra todas las armas nucleares. Mientras tanto, es necesario celebrar el Día Internacional contra los Ensayos Nucleares y seguir trabajando por alcanzar la paz y la seguridad en todo el mundo.
Compartimos la Intervención del Embajador de Cuba Pedro Luis Pedroso Cuesta, en la Reunión de Alto Nivel de la Asamblea General de la ONU para conmemorar y promover el Día Internacional contra los Ensayos Nucleares. Nueva York, 8 de septiembre de 2021.
Señor Presidente:
Suscribimos la declaración de México a nombre de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños.
La importancia de la celebración de esta reunión de alto nivel se refuerza ante la continua modernización y ampliación de los arsenales nucleares, en un contexto en el que los millonarios recursos que se dedican a ello requieren ser redirigidos a los esfuerzos para enfrentar la actual crisis global, exacerbada por la Covid-19 y que afecta todas las esferas de la vida.
Preocupa profundamente que, aun tras 76 años de los criminales bombardeos de Estados Unidos sobre Hiroshima y Nagasaki, ese país, el único en lanzar dos bombas atómicas, líder mundial en la realización de ensayos nucleares, en el gasto militar y en el número de armas nucleares listas para ser utilizadas, mantenga una postura que contempla un estrecho umbral para considerar el uso de dichas armas, incluso en respuesta a las llamadas “amenazas estratégicas no nucleares”; así como la posibilidad de hacer ensayos nucleares por explosión “para la seguridad y efectividad” de su arsenal nuclear.
Urge la observancia de los compromisos jurídicamente vinculantes que conforman la arquitectura de desarme y control de armamentos. Condenamos las violaciones de Estados Unidos al espíritu y la letra del Tratado sobre la Prohibición Completa de los Ensayos Nucleares (CTBT) y del Tratado sobre la No Proliferación.
Señor Presidente:
Cuba, quinto Estado en ratificar el Tratado sobre la Prohibición de las Armas Nucleares, se congratula por su entrada en vigor el 22 de enero de 2021, dejando claramente establecido que las armas nucleares no son solo inhumanas, inmorales y éticamente indefendibles; sino también ilegales. Nos enorgullecemos de pertenecer a la primera área densamente poblada del mundo declarada Zona Libre de Armas Nucleares y a la primera región en proclamarse Zona de Paz.
Apoyamos el establecimiento de una Zona Libre de Armas Nucleares y otras Armas de Destrucción en Masa en el Medio Oriente, paso trascendental hacia el desarme nuclear como prioridad en materia de desarme.
Al ratificar el Tratado de Prohibición Completa de los Ensayos Nucleares en febrero de 2021, se reafirma nuestra vocación humanista y nuestro compromiso histórico con el desarme nuclear y la prohibición completa y efectiva de todos los ensayos nucleares, incluidos los realizados por explosión, los subcríticos y todos aquellos que se realizan por otros métodos sofisticados. Abogamos por el cierre y desmantelamiento de las instalaciones que se emplean para tales fines y su infraestructura asociada.
Reafirmamos nuestra convicción de que la única manera efectiva de hacer desaparecer el terrible impacto de las armas nucleares, es su eliminación total de forma verificable, transparente e irreversible. La prohibición y cese de los ensayos nucleares de todo tipo es fundamental para alcanzar dicho fin.
La primera reunión de Estados Partes del Tratado sobre la Prohibición de las Armas Nucleares y la Décima Conferencia de Examen del Tratado sobre la No Proliferación deberán ser propicias para avanzar hacia el objetivo de un mundo libre de armas nucleares. El desarme nuclear debe ser la prioridad en la esfera del desarme.
La energía nuclear debe usarse solo con fines pacíficos, para el desarrollo socioeconómico de los Estados, sin discriminación. Las armas nucleares no pueden resolver los problemas del mundo.
Muchas gracias
http://misiones.minrex.gob.cu/es/onu/discursos/intervencion-del-sr-embajador-pedro-luis-pedroso-cuesta-en-la-reunion-de-alto-nivel-de
El 2 de diciembre de 2009, la Asamblea General aprobó por unanimidad su resolución 64/35 en donde se declara el 29 de agosto como el Día Internacional contra los Ensayos Nucleares.
Ver más en: https://www.un.org/es/observances/end-nuclear-tests-day